a.jpg|Movilla|José María Movilla recaló en Martiricos en el mercado de invierno de la campaña 96/97 para marcar una época en el club y relanzar una carrera que se había quedado estancada tras aquel Numancia de Lotina. Jugó con el Málaga un total de 116 partidos, marcó siete goles y logró dos ascensos consecutivos hasta alcanzar Primera División. Cuatro campañas después de llegar dejó buena caja con su traspaso al Atlético de Madrid b.jpg|Sandro|Llegó el mismo día que Movilla, con una presentación conjunta junto al ahora agente de futbolistas Cañizares. Sandro era un galáctico sin brújula, había jugado en Primera con el Real Madrid y bajó a Segunda B para abanderar el retorno del Málaga a la élite. Su fútbol ganó tantos adeptos que instauró el ‘Sandrismo’. Con él vino un remiendo invernal y se construyó un equipo que acabó jugando en Europa. c.jpg|Rufete|Una de las mayores sensaciones invernales que se recuerdan. Fichó para dotar al Málaga de la 98/99 de la calidad necesaria para lograr el ascenso a Primera. Y vaya si lo hizo. Sus cabalgadas por la banda derecha y su buena sintonía con el resto de jugadores ofensivos de aquel Málaga de Peiró fueron claves. Un acierto deportivo con todas las letras y también una buena venta posterior al Valencia. d.jpg|Edgar|Edgar tampoco necesitaba presentación. Era uno de los diamantes en bruto del Madrid de la época y formó una conexión con Catanha que pasó a la historia. Un portento físico que no llegó a más por una inoportuna lesión de rodilla. Aún así, Edgar regaló años de gloria al malaguismo y se convirtió en uno de los jugadores extranjeros con más partidos con la blanquiazul. Militó en el Málaga desde 1999 hasta 2007. e.jpg|Fernando Baiano|Fue la mejor gestión bajo el mandato deportivo Manolo Hierro y Antonio Mendoza. Llegó como un desconocido y con muchos problemas de rodilla, pero marcó 9 goles en 17 partidos y, junto al buen hacer de Antonio Tapia, arregló el desaguisado inicial de planificación de aquella campaña 2004/2005. Sólo fueron unos meses porque Baiano no renovó y se fue al Celta, pero… ¡Qué meses más buenos! f.jpg|Baptista|Fue el salvador de la primera campaña del jeque en el Málaga. El goleador brasileño llegó de la Roma y cuajó media temporada hipnótica para salvar los muebles con goles y una relevancia sobrenatural en el juego del equipo de Manuel Pellegrini. Aquel mercado invernal de 2011 llegaron además jugadores que aportaron y mucho a la causa como Maresca o Demichelis. g.jpg|Camacho|Camacho llegó en la campaña 2010/2011 de la mano de Sergio Asenjo, que luego se lesionaría. Y ahí sigue seis años después, como absoluta referencia del vestuario del Málaga. El maño representaba el caso de jugador joven con mucho vivido pero con ansia por buscar continuidad. Fue de menos a más en el Málaga y a día de hoy es uno de sus mayores activos. h.jpg|Antunes|La gestión de Antunes fue magnífica a todos los niveles. Vino bajo la bocina tras la marcha postrera de Monreal al Arsenal y rindió a un nivel notable en partidos de máximo nivel en la Champions. Hizo olvidar a su predecesor y luego, en otro mercado invernal y a última hora, dejó un buen dinero con su traspaso al Dinamo de Kiev. i.jpg|Amrabat|Nordin Amrabat, como Antunes, también vino y se fue en un mercado de invierno. Sin duda uno de los mejores jugadores que llegaron bajo la era de Mario Husillos. Fue el mejor fichaje del mercado invernal de la campaña 13/14 y se convirtió en el referente del equipo durante los dos años que militó en el Málaga. Dejó ocho millones con su traspaso al Watford. j.jpg|Javi Guerra|La complejidad de fichar en invierno se acrecienta cuando lo que se buscan son goles y a buen precio. Javi Guerra, además, tenía el plus de malagueño. Vino cedido por el Cardiff City y marcó cinco tantos en 13 partidos. Hizo lo que se le pidió, aunque las lesiones mermaron su rendimiento. k.JPG|Chory Castro|Una gestión deportiva modélica. Fue la primera de Arnau como director deportivo. El catalán consiguió con su fichaje traer a un jugador conocedor de LaLiga, experimentado, con calidad y listo para competir. Justo un año después, el Chory Castro es uno de los futbolistas más importantes dentro y fuera del vestuario del Málaga.